Estos días paseando por las orillas del río Gállego, no se ven barcas de rafting ni hidros jugando con sus olas, no se escuchan las risas de los participantes disfrutando de su actividad...
Estos días el río Gallego se viste de otoño y sus aguas transcurren bravas, en soledad, esperando a la primavera y a la llegada de los turistas.
Para la ocasión, el río Gállego y la Galliguera se han vestido de los colores de otoño, os dejamos alguna foto para el placer de los ojos.
Y como gran noticia para toda la zona: comienzan las obras de la pasarela Murillo de Gállego – Riglos.
Esperamos poder disfrutar pronto de un agradable paseo entre Murillo de Gállego y Riglos, con el río Gállego de escenario bajo nuestros pies.
Disfrutaremos de la unión de dos pueblos de inigualable belleza. El reto supone un gran duo de Naturaleza: por un lado, imponente, Peña Rueba, y por el otro lado, los singulares Mallos de Riglos orquestado por el sonido de las aguas del Gállego entre sus rápidos y el canto de sus pájaros.